Ahora lo que debes hacer es comer de manera tranquila y no pensar en nada.
Ya era demasiado tarde.
Los médicos habían insistido en que no la forzaran, que no hablaran de obligaciones ni nada parecido, aunque tampoco se mostraran permisivos o falsamente indiferentes. Sin embargo, la naturalidad era difícil de guardar cuando lo que veían ante si, no era más que el pálido reflejo de lo que un día había sido. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario